miércoles, 21 de septiembre de 2011

exploracion cardiologica

EXPLORACIÓN FÍSICA DEL CORAZÓN
La exploración general de un paciente con sospecha de enfermedad cardíaca debe comprender los signos vitales (frecuencia respiratoria, pulso, presión arterial), color de la piel, acropaquias, edema, signos de reducción de la perfusión (piel fría y sudorosa) y alteraciones hipertensivas en el fondo del ojo. Son hallazgos importantes en la exploración cardiovascular los siguientes:

Inspección cardíaca

En ocasiones el latido cardiaco puede ser visible a simple vista. Cuando ésto ocurra, hay que observar cuidadosamente tanto la posición como el carácter del latido de la punta. Su localización normal es en el 5º espacio intercostal izquierdo (5-EICI), a nivel de la línea medioclavicular y se caracteriza por la expansión sistólica de la punta que simultáneamente se acompaña de una retracción sistólica en la línea paraesternal izquierda, originando un balanceo característico de la pared torácica con expansión lateral y retracción central. Si el corazón está hipertrofiado, el latido será más sostenido en el tiempo, si por el contrario se encuentra dilatado, será más rápido y difuso. Una mínima retracción paraesternal en la zona que cubre el ventrículo derecho, es completamente normal.

El latido ventricular derecho, sin embargo, se acompaña de una expansión sistólica paraesternal izquierda, hacia adelante, con retracción sistólica de la región correspondiente a la punta, en la línea medioclavicular, axilar anterior o más allá; produciendo un balanceo inverso de expansión central y retracción lateral. Durante la inspiración, al igual que con cualquier otra maniobra que aumente la semiología derecha, se hace más ostensible, produciendo un abombamiento sistólico paraesternal más marcado y visible, que puede extenderse incluso hasta el epigastrio.

Cuando existe hipertrofia combinada de ambas cavidades, se origina una expansión sistólica simultánea lateral y paraesternal, que a veces se acompaña con una pequeña zona de retracción en la línea medioclavicular, en el cuarto o quinto espacio intercostal, que corresponderá al ventrículo derecho, pero siempre, además, con abombamiento sistólico más allá de la línea medioclavicular.

El latido diastólico, que característicamente aumenta en inspiración, es un fenómeno inverso al normal: retracción sistólica y expansión diastólica, localizado preferentemente en la región paraesternal. Es típico de la pericarditis constrictiva o de la enfermedad de Ebstein (atrialización del ventrículo derecho).
Por último, conviene explorar siempre el segundo espacio intercostal izquierdo (2EICI), que se correponde con el tronco de la arteria pulmonar. Una pulsación visible se puede apreciar en la hipertensión pulmonar (HTP), en una comunicación interauricular (CIA), en el ductus arterioso persistente y en una comunicación interventricular (CIV).


EXAMEN DEL PULSO ARTERIAL

EXAMEN DEL PUSO VENOSO

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